La empresa funeraria Áltima se ha adherido al primer Código de Buenas Prácticas establecido por el Síndic de Greuges de Cataluña y la Asociación de Empresas de Servicios Funerarios de Cataluña.

Algunos de los compromisos establecidos al Código de Buenas Prácticas al que se adhiere Áltima son la necesidad de que el personal de las funerarias cuente con formación cualificada para el desarrollo de su tarea específica, la voluntad de cumplir con los principios deontológicos -legalidad, libre elección de la empresa funeraria, no-discriminación, independencia de la actuación, integridad, lealtad, confidencialidad, calidad y comportamiento ético-, el deber de informar y asesorar las personas contratantes del servicio, impulsar la donación de órganos o tejidos, el respeto a las creencias religiosas o la facilitación de información clara y concisa sobre las opciones de inhumar o incinerar el difunto, entre otros.

Según Josep Ventura, director del área de Servicios Funerarios de Áltima, “esperamos que la creación del Código de Buenas Prácticas sea una herramienta muy útil para el sector funerario. Desde el comienzo, la filosofía de Áltima ha sido apostar para ofrecer la máxima calidad y transparencia del servicio. Por eso, nuestra adhesión consolida todavía más el compromiso de la empresa por la defensa y garantía de los derechos de los usuarios”.